viernes, 10 de diciembre de 2010

CONSTRUIR UNA CATEDRAL


Cuenta una leyenda que hace muchos siglos unos trabajadores estaban cargando enormes piedras para hacer una gran obra. Pasó por allí un caminante, se etuvo y le preguntó a un trabajador:
-¿Qué haces?
-¿Es que no lo ves?- Respondió éste.
-Estoy cargano sobre mis hombros esta enorme piedra, trabajando como un burro y muriendo de sed.
Dio unos pasos el viajero y le preguntó a otro trabajador:
-¿Qué haces?-
-Pues no lo ves? Muriendo de sed y calor, acarreando grandes piedras. Sólo si Dios me ayuda lograré terminar con mi tarea-
Continuó caminando el viajero y le preguntó a un tercer obrero:
-¿Qué es lo que haces?-
-ESTOY CONSTRUYENDO UNA CATEDRAL- Respondió éste con seguridad.
Los tres hacían el mismo trabajo, al mismo tiempo y en iguales condiciones. Pero con actitudes diferentes.
¿No suele suceder ésto con los docentes en una misma escuela, con iguales alumnos en una misma Comunidad?

Siempre he dicho que el maestro es un sembrador, es iluso, sí.
Qué sembrador no lo hace con ilusión.
Y es paciente, porque la cosecha es a largo plazo y a veces ni siquiera sabe si dio o no frutos.
Pero si no tenemos ilusión, si no podemos soñar con un mundo mejor, si no estamos seguros de que ESTAMOS FORMANDO HOMBRES Y MUJERES DE BIEN, somos como aquellos dos primeros trabajadores pesimistas.
Hace sólo unos días mi hijo me dijo: -
“Sueño con cambiar el mundo, sé que es posible y lo estoy intentando, y si no lo es al menos pienso morir en el intento”-
Entonces le dije:
-El mundo es muy grande, no seamos demasiado ambiciosos, pero habremos dado un gran paso si logramos cambiar nosotros y dar ejemplos en el ámbito que nos rodea-
Las grandes empresas asustan, porque son como inmensas escaleras, pero empecemos subiendo un escalón, el primero. Y uno a la vez.
Alguien a nuestro alrededor nos ha de imitar, sea alumno, compañero de trabajo, o con suerte nuestro superior.
No debemos bajar los brazos.
Trabajemos en nuestra obra y no perdamos el gran objetivo, a pesar de la incertidumbre que nos causa el no saber si se cumplirá o no algún día.